#Columna PRI; elegir a los mejores en 2021
Víctor Ulín/Sin Remitente/
La elección para diputaciones y presidencias municipales en 2021, será entre candidatos necesariamente competitivos, con posibilidades reales de disputar o ganar en la contienda.
En esa fórmula, en su condición de oposición y del reto de ir cuesta arriba, el PRI podría fincar fundadas expectativas para ganar alcaldías y diputaciones, locales y ferales.
Es obvio que el rival a vencer para el PRI es Morena, y no puede vacilar cuando llegue el momento de elegir a sus candidatos, mujeres y hombres.
Eso es algo que en más de una ocasión ha expresado el dirigente estatal del PRI, Dagoberto Lara Sedas, partiendo de una realidad objetiva: solo con los mejores candidatos podrían competirle a Morena en la próxima elección, e incluso arrebatarle más de un municipio y diputaciones.
A los grupos al interior del PRI es algo que les debe quedar muy claro si tienen la sería intención de recuperar posiciones para ampliar su presencia territorial y electoral. Es decir, de volver a ser gobierno.
La confrontación interna solo acarrearía derrotas y estancamiento, y habrían perdido una valiosa oportunidad para recuperar una buena parte de la confianza y voto de los ciudadanos.
Desde que asumió el PRI de Tabasco, su dirigente ha venido construyendo con alentadores resultados los cimientos para conciliar intereses con los grupos al interior y la militancia en general. El fortalecimiento de las estructuras y la unidad son fundamentales cuando se trata de elecciones.
Para los priistas la selección adecuada de sus candidatos debe ser una cuestión de sobrevivencia, que no deje margen a la imposición so pena de firmar su derrota por adelantado.
La solución anticipada para resolver las diferencias entre los aspirantes y sus grupos está -y seguro lo tienen claro desde ahora- en elegir el método de la encuesta con una empresa seria para designar a sus candidatos, y el compromiso de respetar los resultados que sean.
Hay nombres que ya suenan, algunos conocidos y otros no tantos, pero más allá de querer y poder, está el hecho de que sean, en verdad, los mejores candidatos. Atender a quién la gente quiere y por quién votaría como candidato, o rechazar, puede ser la diferencia entre ganar o perder en la contienda del 2021 que ya inició.