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Narro, lo viejo del PRI

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Testigo fiel/
Por: Jesús Torres/

En el ocaso de su vida, a sus 70 años, el dos veces rector de la UNAM, José Narro Robles mejor hubiera concluido su trayectoria académica como docente de esa máxima casa de estudios en la formación de futuros hombres y mujeres de la medicina y no ‘manchar’ su reputación, si es que la tuvo, desde que decidió incursionar en la política.

Originario de Saltillo, Coahuila, Narro Robles fue secretario de Salud en la administración de Enrique Peña Nieto de 2016 al 2018, tiempo en que se privilegió a por lo menos 10 proveedores para que se hicieran de contratos por miles de millones de pesos en la venta de medicamentos para el sector salud.

¿Tendrá limpia las manos en todo esto el hoy aspirante a la dirigencia nacional del PRI?, porque el presidente, Andrés Manuel López Obrador señaló que hubo omisión de Narro en la compra de medicamentos caros y otras irregularidades, aunque más adelante también reconoció que no hay denuncias por estos hechos en lo que se ha calificado como los “consentidos” de la administración de Peña Nieto.

En redes sociales ha trascendido que varias de estas empresas que adquirieron jugosos contratos por el orden de los 241 mil millones están vinculadas al mismísimo ex secretario de Salud, así como a políticos priistas de la talla de Manlio Favio Beltrones, Miguel Ángel Osorio Chong, Emilio Gamboa Padrón y Roberto Madrazo.

Sea cierto o no, deja sembrada la sospecha para que todo mundo siga pensando que este tipo de políticos priistas, involucrados en supuestos actos de corrupción, es lo que ya no quiere el país.

Por eso al inicio de esta columna señalaba que el doctor Narro mejor hubiera continuado con su trayectoria académica al servicio de la medicina desde la UNAM y dejar de un lado sus aspiraciones políticas, máxime ahora que su partido viene de una derrota electoral y lo que necesita es sangre nueva que le impregne un dinamismo para hacerlo competitivo en el 2021.

Eso de exhibirse con gentes, como el priista oaxaqueño, Ulises Ruiz, pareja electoral y política de Roberto Madrazo, acusado de orquestar un descomunal fraude electoral en Tabasco en las elecciones de 1994, deja al descubierto que nada bueno tejen ambos personajes rumbo al proceso interno del tricolor.

¿A que le estará apostando, Narro Robles en la elección para la dirigencia nacional del PRI? ¿A que la decisión sea tomada por una cúpula rapaz de su partido o por una elite de ‘connotados’ priistas a la que él pertenece? Eso todavía está por verse.


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