Fiebre morenistapor gubernatura
Victor Ulín/
La verdad que no recuerdo la última vez que hubo tantos aspirantes a la gubernatura de Tabasco como está sucediendo en Morena. Quizá la fiebre responda a que si postulan a cualquiera en los tiempos de Andrés Manuel López Obrador, ganarían la elección sin importar que lo conozcan en su cuadra o casa.
De todos los que hasta este momento han dicho que buscarán la postulación no todos tienen realmente el capital político electoral para entrar a una competencia sería internamente o ya en la elección.
Lo que sí es un hecho es que el grupo político que encabeza el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, es el que lleva más ventaja con más aspirantes (Rosalinda López, Yolanda Osuna, Raúl Ojeda, Manuel Rodríguez, Jaime Lastra, Mario Llego, Marcos Rosendo) comparado con el de los fundadores que solo tienen a Javier May Rodríguez para disputar la candidatura, sin dejar de considerar por la vía libre a Óscar Cantón Zetina y a la senadora Mónica Fernández.
Aunque solo uno de los que resulte elegido por encuesta y que cuente con el respaldo moral del Presidente – surgido de los acuerdos que se darán entre grupos- será el candidato y seguro gobernador, todos los demás tienen ya un cargo de elección asegurado en el 24.
Pero como cualquier cosa puede suceder, y más en política, la verdad es que todos los que han dicho – y los que falten- tienen posibilidades para ser nominado.
¿Se imagina usted al candidato nominado siendo arropado por todos los demás aspirantes que sumarán sus estructuras una vez que sean repartidas las demás posiciones? ¿Veremos, si es el caso, a los adancistas respaldando públicamente a un Javier May Rodríguez o en su defecto a los fundadores apoyando a Rosalinda López Hernández?
Por ahora, son los adancistas los que en número y poder van ganando y no sorprendería que el próximo gobernador emane de su grupo.
En esta carrera de fondo, los fundadores tendrán que replantear su estrategia si es que quieren alcanzar y superar a sus adversarios que van en caballo de hacienda hacia la meta a seis meses de que se defina al candidato.
