Hoy escribenSin Remitente

Fundadores “pesan”


Víctor Ulín/ Sin Remitente/
En las últimas semanas, el grupo de los fundadores de Morena que lidera Javier May Rodríguez ha venido marcando territorio en los municipios y mostrando el tamaño de su fuerza política electoral para disputarle a sus adversarios que son abanderados por Adán Augusto López Hernández, los cargos de elección y en particular la candidatura al gobierno en el 2024.
Por ahora, públicamente los dos grupos más importantes de Morena han mantenido la civilidad, aunque han evitado mezclarse o reunirse después de aquella desavenencia en la elección de la dirigencia estatal del partido.
En contraste con el bajo activismo que venía teniendo, hoy Javier May Rodríguez mantiene un protagonismo en Tabasco que muestra también que va con todo por la gubernatura.
Solo que ahora el escenario es un tanto distinto: ya hay más aspirantes que igual han intensificado su activismo y están dispuestos a competir por la postulación que hasta hace poco se daba por hecho que recaería en Javier May Rodríguez.
Pero los auto llamados fundadores de Morena han exhibido en los informes de diputados locales miembros de su grupo, su capacidad de movilización y de convocatoria que será sin duda proporcional a su capacidad para poder negociar posiciones con sus adversarios.
En los hechos, los fundadores perdieron la dirigencia estatal de Morena, pero territorialmente han y están construyendo una estructura político electoral que no deberían subestimar sus adversarios internos que no precisamente se caracterizan por su activismo o trabajo con las bases.
Lo que están dejando claro los fundadores a sus compañeros de su partido es que cuando llegue el momento de las definiciones, darán la pelea para impedir que sean desplazados los aspirantes de su corriente que traen un trabajo de base y de años con la militancia y la población.
Enfrente, el grupo político de Adán Augusto López Hernández se mantiene al tanto y cierra también fila para medir fuerza cuando las circunstancias los lleven a lo inevitable con los seguidores de Javier May: tener que repartirse equitativamente las candidaturas, incluyendo la gubernatura.

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