Notas

Invito a las nuevas generaciones a conocer el talento del maestro Héctor Quintana Suárez: Mónica Fernández

Redacción/

Villahermosa, Tabasco a 23 de septiembre de 2022.

• La senadora participó en el Homenaje de la UJAT al pintor tabasqueño.

La tarde de este viernes la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco llevó a cabo un homenaje al reconocido artista plástico tabasqueño, Héctor Quintana Suárez, quien además celebró su cumpleaños.

El evento se llevó a cabo en el Instituto Juárez de Tabasco y en el presidium acompañando al artista estuvieron el rector de la UJAT, Guillermo Narváez Osorio, la senadora Mónica Fernández Balboa, el Dr. Feliciano Wong Ortiz, la periodista Argelya Herrera y el Mtro. José Hernández. Como invitada asistió la alcaldesa de Centla, Lluvia Salas, pues en ese municipio nació el artista.

Versión estenográfica de la Sen. Mónica Fernández Balboa.

Agradezco la oportunidad de participar en este merecido homenaje por lo oportuno, ya que estos deben hacerse “en vida”, en esta ocasión al reconocido y egregio artista plástico Héctor Quintana Suárez; notable tabasqueño cuyo talento ha engrandecido el horizonte de las artes por más de siete décadas.

Me refiero a Don Héctor como artista plástico porque llamarlo solo pintor o dibujante es limitarlo de su multifacética trayectoria, siendo él, uno de nuestros creadores contemporáneos más completos al dominar con gran maestría el dibujo, la pintura de caballete, el retrato y el muralismo.

La ciudad de Frontera, en Centla vio nacer a nuestro homenajeado; tierra que por cierto es cuna de destacados pintores tabasqueños como Fontanelly Vázquez, Ricardo García Mora y Daniel Ponce Montuy.

Don Héctor, desde muy pequeño demostró su talento para el dibujo y supo que su misión en la vida era ser un creador, por lo que emigró de su tierra hacia otros rumbos buscando un lugar donde pudiera aprender a dominar todas las técnicas pictóricas que estaban atrapadas en sus manos.

Su andar lo llevó al norte del país, donde no encontró una escuela de artes adecuada a sus intereses para capacitarse; pero la necesidad lo llevó a emplearse como empírico retratista en bares y restaurantes, primer oficio que le permitió sobrevivir y descubrir en los rasgos y gestos humanos la identidad de la gente.

Después de esa odisea, retornó a su tierra natal por un tiempo, para después emigrar nuevamente a la capital del país con una vocación clara para estudiar en la Academia de San Carlos, en la que no duraría mucho tiempo, pues prefirió el rigor y disciplina académica de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.

Así, después del aprendizaje a nivel profesional y de contar con mayores recursos técnicos y artísticos, el maestro Quintana encontró una forma de vida por varios años en la ilustración de revistas, libros e historietas, como Chanoc, la Revista sentimental y el Libro vaquero entre otras famosas publicaciones populares en la década de los años 70’s.

Después de esta labor como ilustrador, su naturaleza inquieta, pero ahora con la madurez y experiencia ganada en años de trabajo, define lo que será su etapa más prolífica como pintor y dibujante que lo lleva a realizar impresionantes retratos de personajes diversos, muchos de los cuales son héroes, políticos, artistas, deportistas o gente común cuyo rostro es singular para ser plasmado en un lienzo. Muestra de ello, es la magnífica colección de retratos de artistas tabasqueños que se exhiben en el Teatro Esperanza Iris de esta ciudad.

Aunque el color ha estado presente siempre en su obra, algo que caracteriza el estilo de Quintana es el dominio del dibujo a tinta china, lo mismo para hacer un paisaje tropical, edificios emblemáticos, danzas indígenas o escenas de la antigua San Juan Bautista, cuyo tono monocromático guarda la esencia de la nostalgia.
Además de los tonos y las técnicas, tenemos que hablar también de las dimensiones y el volumen de sus obras. Desde los pequeños dibujos y retratos plasmados en una hoja tamaño carta, hasta los enormes murales que dan cuenta de su narrativa pictórica como los realizados en el Tribunal Superior de Justicia de Tabasco, el Teatro Esperanza Iris y el Hospital Gustavo A. Rovirosa entre otros.

Mención aparte merece el mural “Los orígenes”, que se ubica en el Museo de Historia de Tabasco “Casa de los Azulejos” de Villahermosa, ya que es único por haberse realizado en la técnica de tinta china. Se trata de una alegoría extraordinaria de las culturas olmeca y maya, hasta el mestizaje.

Difícil resumir en unos cuantos minutos lo que ha sido una vida dedicada por completo al arte, donde el talento de un tabasqueño ha trascendido las fronteras para proyectarse en otros espacios y cautivado a públicos diversos en México y otros países del mundo.

Apreciar una obra del maestro Quintana en una galería es entrar en la celebración del arte, con todas las técnicas pictóricas plasmadas en un lienzo o papel. Es un artista completo y experimentado que seduce con el lenguaje del color y las formas, conservando siempre un sello propio que le da identidad a su esencia.

Como todo gran artista, después de 70 años de labor sigue en su larga búsqueda de temas, formas, sueños y realidades; de espejismos, historias e ideas; de todo lo que antecede vive o imagina para crear o recrear en sus obras, presentándonos un mundo diferente y quizá mejor que éste en el que vivimos.

D

e de los grandes creadores del edén tabasqueño de nuestro tiempo. ¡Felicidades maestro!

Héctor Quintana, ya que el arte no es lo que vemos, sino lo que hacemos ver a los demás.

Gracias por su talento, por toda una trayectoria honesta como creador y por haber desarrollado un estilo original que lo distingue y sitúa en el horizonte de los grandes creadores del edén tabasqueño de nuestro tiempo. ¡Felicidades maestro!

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