Notas

Presentan el libro “Lexicografía inicial en violencia política de género”

Redacción/

Villahermosa, Tabasco a 12 de agosto del 2022.

+Presentan el Tribunal Electoral de Tabasco y la Universidad de la Chontalpa el libro “Lexicografía inicial en violencia política de género”, de la Magistrada Presidenta, Margarita Espinoza Armengol, con Prólogo de la senadora Mónica Fernández Balboa.

• La senadora destacó la importancia de la transformación del lenguaje para visibilizar la marginación y discriminación que sufren las mujeres y que esta herramienta coadyuvará para alcanzar la igualdad en derechos políticos.

Versión estenográfica de la Senadora Mónica Fernández Balboa.

Buenas tardes a todas y todos, agradezco primero a la presidenta del Tribunal Electoral de Tabasco, Magistrada Margarita Espinoza Armengol, por su gentil invitación a la Presentación de su obra, “Lexicografía inicial en violencia política de género”, que tuve el honor de prologar, al tiempo que celebro esta iniciativa de la Universidad Popular de la Chontalpa, que habla de su interés superior por coadyuvar en esta batalla para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres.

Por ellos saludo con afecto al Rector de la misma, Biólogo Antonio Enrique del Ángel Flores.

Saludo al representante del Gobernador Merino, Lic. Juan Carlos Castillejos.

Para mí una gran distinción el poder compartir este espacio y presentar, junto con la Maestra Celia Sofía de Jesús Ruiz Olvera, y la Magistrada Presidenta del Tribunal Electoral de Tabasco, esta obra que sin lugar a dudas, más allá de la semántica, gramática, ortografía y etimología, nos aporta elementos valiosos para el análisis crítico del lenguaje que se ha ido asumiendo en torno a la Violencia Política de Género.

Como sabemos, el lenguaje es una construcción social, es decir, un producto de los acuerdos y de la interacción social al nombrar las cosas, las actividades, las emociones, los sentimientos; y en general todas aquellas actividades que forman parte de la vida social y del intercambio comunicativo.

No obstante, a pesar de que el lenguaje es un acuerdo social, su uso no está exento de conflictos ya que pueden existir múltiples significados asociados a un mismo significante, de ahí la importancia de contar con obras como la que se presenta que nos permitan conocer, sistematizar y enriquecer nuestro propio vocabulario respecto a conceptos y temas específicos, en este caso los relativos a la Violencia Política de Género.

El lenguaje, además de cumplir una función en la comunicación, es también un reflejo de cómo una sociedad ve e interpreta su realidad a partir de pactos compartidos entre determinados grupos de hablantes.

El lenguaje, al ser un reflejo de cómo nombramos y describimos nuestro entorno, también cambia conforme a las transformaciones que van sucediendo en los distintos ámbitos, en la tecnología, la producción y los nuevos conocimientos que adquiere la sociedad.

Una fuente importante del cambio en el lenguaje son las transformaciones en las relaciones entre mujeres y hombres, las cuales no solo están modificando los estereotipos y roles tradicionalmente asignados, sino que también exigen hacer visibles a las mujeres y eliminar toda expresión que denote odio, desprecio y subordinación de lo femenino.

En el último siglo las mujeres han luchado por su derecho a acceder a la educación, a votar, a la propiedad de la tierra, a un trabajo y un salario propio y digno, etcétera.

Parece algo insignificante, pero las mujeres tuvieron que luchar hasta por su derecho a vestir pantalones. Esto por supuesto ha tenido repercusiones en el lenguaje. Durante la Revolución mexicana cuando múltiples mujeres lucían pantalón, botas y carrillera, surgió la expresión “llevar los pantalones bien puestos”, debido a que lo calificaban como un signo de tener el poder.

A través del paso del tiempo las mujeres nos hemos hecho presentes conforme hemos accedido a espacios y cargos públicos, por lo tanto, ha surgido la necesidad de que se nos nombre y de que se reflexione en torno al lenguaje androcéntrico que ha prevalecido hasta nuestros tiempos.

En este sentido, conocer el vocabulario propio de la Violencia Política de Género, nos da la posibilidad de observar de una forma más explicativa y analítica, la desigualdad, discriminación y violencia política que enfrentan las mujeres que, en el ejercicio de sus derechos político- electorales, han decidido participar activamente en la toma de decisiones desde el ámbito de lo político.

En marzo de 2020, en el Senado de la República avalamos diversas reformas y adiciones a diversas disposiciones a diferentes leyes (que no voy a mencionar por que no quiero abusar de su tiempo) , con el propósito de establecer en nuestro marco legal, como una de las modalidades de violencia, la violencia política contra las mujeres en razón de género, y desde el poder legislativo contribuir en primer término a visibilizarla, con el objeto de prevenirla, atenderla, sancionarla y erradicarla.

La Violencia política, es una práctica repudiable y desafortunadamente muy frecuente que cuestiona, que frena y limita la participación de las mujeres en la esfera pública, en los procesos electorales, en la toma de decisiones y en el ejercicio de la función pública.

La violencia política es la reacción de la misoginia y el machismo, a la reivindicación de las mujeres en su derecho a tomar parte de las decisiones que nos afectan a todas y a todos.

Se trata, además, de un problema creciente que por supuesto se ha agudizado en la misma medida en que las mujeres hemos venido conquistando posiciones y derechos durante los últimos años.

Tan solo en el año 2019, tuvimos un incremento del 276% de la violencia política contra las mujeres, de acuerdo con algunos reportes. Quiero hacer énfasis en que este incremento tiene relación directa con el aumento de la participación política de las mujeres.

Como ustedes recordarán, esta conducta no se encontraba tipificada como delito a nivel federal, por lo que tampoco era sancionada ni había procedimientos especializados para atenderla.

Era necesario incorporar en nuestro marco jurídico una definición precisa sobre dicha situación; se reconoció como delito al tiempo que se dio una lectura comprensiva e integral del problema,

La definición de la violencia política incorporada en la ley abarca conductas que van desde ocultar información hasta el ejercicio de la violencia física, sexual, simbólica, psicológica, económica o patrimonial contra una mujer en ejercicio de sus derechos políticos.

Es evidente que la violencia política contra las mujeres no terminará de la noche a la mañana, pero el principio de considerarla como un delito, indiscutiblemente que es una premisa fundamental para abordarla.

Instrumentos como este libro, nos ayuda a entender y no permitir tergiversaciones de hechos que pueden ser conductas violentas disfrazadas.

Es por ello que debemos seguir impulsando el empoderamiento de las mujeres y rechazar toda resistencia venga de donde venga, sin importar el partido político o el cargo de que se trate.

El objetivo, es normalizar una vida libre de violencias contra las mujeres; la meta, es asegurar que cada una de nosotras pueda ejercer sus derechos y capacidades para enriquecer la vida democrática nacional. – Esto es la igualdad sustantiva.

Nuestra tarea ha sido generar más y mejores herramientas para la promoción, defensa, garantía y protección de los derechos humanos de las mujeres, y en este caso en particular para hacer efectivo el derecho de todas las mujeres a la participación política libre de toda violencia.

Desde este espacio, que agradezco y me distingue, hago un llamado a que hagamos nuestra esta obra y profundicemos en su conocimiento, teniendo en su contenido, más y mejores herramientas para la promoción, defensa y protección de los derechos humanos de las mujeres, particularmente del derecho de todas las mujeres a una vida libre de violencia.

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