Víctor Ulín/
Durante el confinamiento y la temporada oficial de la sana distancia, buena parte de los tabasqueños no obedeció la sugerencia de quedarse en casa y propició el alto número de infectados y fallecidos.
¿Por qué tendríamos entonces que esperar que en la apertura de comercios no esenciales y del inicio de las ventas de bebidas alcohólicas se queden en sus casas o ahora sí cuando salgan sean conscientes de tomar la sana distancia o usar correctamente el cubrebocas para evitar un rebrote o que el número de enfermos siga al alza?
El hecho de que nos mantengamos en semáforo rojo -incluso que se prolongue una semana o dos- no ha hecho ninguna diferencia sustancial en el comportamiento obstinado e irresponsable de la población, aun cuando el gobierno del estado con sus medidas ha intentado contenerlos en sus casas o disminuir su movilidad en la ciudad.
El Hospital Juan Graham Casasús, donde el personal médico hace su mejor esfuerzo exponiendo la vida para salvar la de otros, -muchos irresponsables que no hicieron caso de quedarse en casa o que pensaban que el virus era un invento-, está a punto de la saturación porque el número de pacientes internados graves va en aumento.
Fríamente, tendríamos que aceptar que en el caso de Tabasco, el gobierno ya hizo lo que tenía qué hacer para sensibilizar a la población para combatir el avance de la pandemia: filtros sanitarios dentro y fuera de Villahermosa; cierre de comercios los fines de semana; reducción a dos pasajeros en los autos particulares; disminución horaria de circulación del transporte público que se transformó en el “Hoy no circula” y el llamado a que la gente use obligatoriamente el cubrebocas y tome la sana distancia.
¿Qué queda por hacer cuando hay una población que una y otra vez no respeta las medidas y le vale enfermarse o enfermar a su prójimo y reventar el sistema hospitalario?
Al gobierno no le queda más procurar que no se colapsen todos los hospitales del Estado y que se disponga de los insumos para el personal médico y para atender a los pacientes graves en especial; y a la población que no está infectada, solo tomar las medidas preventivas para no contagiarse si tiene que regresar a sus lugares de trabajo o cuando salga a realizar actividades esenciales (acudir al super mercado o farmacias).