Notas

Alegran 17 embajadoras municipios de Los Ríos

Redacción/

Tenosique, Tabasco.- Belleza, alegría y simpatía, fueron los atributos de las 17 embajadoras que cautivaron a los habitantes de la tierra del Pochó, así como de Balancán y Emiliano Zapata, en su visita previa a la inauguración de la Feria Tabasco 2017 ¡Lo mejor del edén!

Luego de viajar desde Villahermosa, las jóvenes arribaron al majestuoso Cañón del Usumacinta, donde fueron recibidas con ovaciones por parte de cientos de personas, además de las bulliciosas porras, los saludos y abrazos, sin faltar por supuesto la foto del recuerdo.

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En Balancán las embajadoras recibieron una calurosa bienvenida.

Ya en el malecón de Tenosique, junto a una frondosa ceiba y el río más caudaloso de México: el Usumacinta, la anfitriona María Fernanda Bates Marín reiteró el cariño y respeto de sus conciudadanos a las restantes 16 flores, quienes previamente habían saboteado platillos típicos de la región, junto al puente Boca del Cerro.

Destacó que en su municipio hay maravillosos atractivos turísticos, como las zonas arqueológicas de Pomoná y San Claudio, recorridos en lanchas, la gastronomía, y sin duda alguna la Danza del Pochó, considerado el carnaval más raro del mundo.

Posteriormente, las representantes de belleza visitaron Balancán, donde Aranza Guadalupe Huerta Abreu manifestó a sus compañeras y amigas el cálido trato que su gente brinda a los visitantes, y expresó la riqueza de la cocina local, entre ellas las tostadas de pozol y el queso de poro.

Aranza Huerta invitó a tabasqueños y habitantes de otros estados a que disfruten sitios naturales de esta localidad, como los santuarios de las Garzas, de los Girasoles y del Mono Saraguato; las cascadas de Reforma, la zona arqueológica de Moral Reforma, y los playones de los ríos San Pedro y Usumacinta.

El recorrido de las aspirantes a Flor de Oro concluyó en Emiliano Zapata, donde el ramillete de tabasqueñas fue recibido cálidamente por Andrea Aysa Valenzuela y una multitud de sus ciudadanos, quienes agradecieron la visita, en la que llevaron un ambiente de jolgorio y camaradería.

Después de la convivencia y de invitar a los zapatenses a disfrutar la máxima fiesta de los tabasqueños, las embajadoras saborearon una exquisita cena, además de las tradicionales panetelas, chongo y penchuque, entre otros platillos típicos.

 

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