Notas

Incluir y apoyar a las personas con deficiencias auditivas: Martha Lilia

Redacción/

La audición es el sentido que más nos coloca en el mundo, de manera que perder esa capacidad no sólo implica la ausencia del sonido, sino también severas consecuencias en el lenguaje oral y en el desarrollo integral de las personas, por lo que apoyarlas e incluirlas en las políticas públicas y sociales es responsabilidad de todos, consideró la presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del Sistema DIF Tabasco, Martha Lilia López de Núñez.

Por ese motivo las instituciones del Gobierno del Estado cada día están más preparadas para dar servicios de mayor calidad y calidez, con inclusión a todos los sectores necesitados, afirmó durante la emisión radiofónica del programa “Familia DIF Nuestra Familia”.

La transmisión de este martes tuvo como invitados a Michelle Laguiñe Garrascon, con hipoacusia de nacimiento, especialista en educación a personas sordas con el método Montessori y maestra de Lengua de Señas Mexicanas (LSM); a Consuelo Manero Soto, especialista en LSM y Salud Mental, quien estudió en la Universidad de Gallagher en Washington (única universidad para sordos), y Juan Medina, experto en tema de discapacidad desde hace 21 años, con posgrado en Diseño Universal, en Barcelona.

Los especialistas explicaron que el lenguaje detona el pensamiento lógico cognitivo en cualquier ser humano, de manera que si un niño es sordo desarrollará su comunicación de manera visual, por ser su sentido receptor; de ahí la importancia de la Lengua de Señas Mexicanas, y a partir de ahí se le puede enseñar a comunicarse también en español.

Darles participación social e incluirlos en el desarrollo, es un asunto que nos compete a todos como seres humanos, afirmaron al tiempo de advertir que la sordera se detecta desde recién nacido, aunque en ocasiones es causada por accidentes o lesiones. Sin embargo, en nuestro país ya se cuenta con el tamiz auditivo, mediante el cual en 11 horas después de nacer el bebé se puede realizar la prueba para que vaya referido en un tiempo ideal de 6 meses y pueda tener un diagnóstico, apuntaron.

Durante la charla, los invitados observaron que en casa los pequeños que padecen sordera pueden estar sobre protegidos, pero en las aulas todos son iguales, y las expectativas de las escuelas son que alcancen el nivel de quienes sí oyen, quizá no hablando oralmente pero sí en LSM, lo cual representa un gran reto para quienes trabajan con niños con esta discapacidad, pero al mismo tiempo es una gran satisfacción,

 

Allí es donde los educadores necesitan elevar sus metas, utilizar las herramientas necesarias para apoyar a los educandos en su desarrollo; pero no sólo ellos, sino también nosotros como integrantes de la sociedad. Sin embargo, para ser incluyente primero debo prepararme, después compartir los conocimientos con familiares, vecinos y amigos, e incluso apoyar a alguien cercano que tenga discapacidad, para que se sienta uno de nosotros, abundaron.

En ese sentido, los panelistas recomendaron cuidar nuestro lenguaje, evitar decir el cieguito, el enfermito o el pobrecito, porque estas etiquetas también afectan la vida de estas personas.

Respecto a los aparatos auditivos, citaron el bluetooth que se pone en el cuello de la camisa y que lo ponen al teléfono; además, ahora por el celular se pueden hacer video llamadas; comunicarse por whatsapp; poner los dispositivos cerca de la televisión o de un conferencista para una mejor recepción; hay despertadores que si se ponen junto a la cama y vibran en lugar de sonar, entre otros implementos, y todo eso ayuda a que los sordos usen la tecnología para ser independientes.

Conforme a lo explicado, la cultura sorda implica contar con una manera de expresarse; ellos tienen sus chistes y su manera de comunicarse; por ejemplo: cuando mamá te regaña tienes que bajar la cabeza para no desafiarla, mientras que para demostrar que te están poniendo atención deben mantener la mirada.

Michelle Laguiñe comentó que en su caso la discapacidad auditiva es genética; su madre sufría una constante depresión y aparentaba que tenían una familia normal. Comentó que a partir de su nacimiento, los gestos de la mamá y de familiares la alertaban para ver qué pasaba en el exterior, pero cuando aprendió el LSM, a los 38 años de edad, pudo tener un mejor desarrollo porque se comunicaba con sus hermanos -que también eran sordos- pudo conocer el mundo, dejó de depender de su esposo e hijos y fundó una asociación donde enseña esta lengua.

“Familia DIF, Nuestra Familia” se transmite todos los martes de 9:00 a 10:00 de la mañana, a través de Corporación Radiofónica de Tabasco en las frecuencias 106.9, 90.5 y 94.9 de FM, así como 1230 y 1120 de AM. Los teléfonos a los que la ciudadanía puede llamar son el 316 16 86, 316 1217, 316 17 54 y para el interior del estado se dispone del número sin costo 01 800 68 52 271

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