México romperá el cero
Columna/
Michel Balcázar/
Su nombre: Misael Rodríguez, comenzó en el boxeo a los 15 años, siete años después puede presumir que es medallista en Juegos Olímpicos.
No destacaba dentro de la lista de los 125 atletas que hicieron el viaje de México a Río de Janeiro, pero en este momento su nombre será escrito en oro y es del mexicano que más se habla y se pregunta.
Tenía que venir del boxeo, sí, de esa disciplina que es totalmente humana. Donde las historias de vidas son completamente crudas y en donde se valora cada paso y cada logro. Apenas en octubre pasado Misael Rodríguez salió a las calles de su natal Chihuahua para pedir dinero buscando reunir fondos para asistir al Mundial de Box en Doha, Qatar.
Misael Rodríguez, quien representó a México y fue medallista de plata en Juegos Centroamericanos bronce en Juegos Panamericanos significa para el país la medalla 63 en la historia de la justa.
Luego de 10 días de paso gris con las eliminaciones en tiro con arco de Aída Román, en el boxeo con Joselito Velázquez, así como en el judo con Vanessa Zambotti e incluso la triste presentación del equipo de futbol varonil, quienes prometían y terminaron por decepcionar, apareció este chico de 22 años que rompió el pronostico y es hasta el momento quien está dando la cara por una nación.
La mala racha y a falta de una semana para que finalicen los Juegos Olímpicos respecto al deporte convencional ya muchos comparaban las presentaciones de México en París 1924 y Ámsterdam 1928,donde no se logró sumar medalla alguna.
Hasta el momento, más allá del regreso tras 48 años del voleibol de sala, así como la presencia del tenis mexicano tras una ausencia de 16 años o la misma incorporación del primer nacional hombre en el badminton olímpico han terminado por ser más las decepciones que las mismas satisfacciones en cuanto al trabajo de los atletas mexicanos.
Sin lugar a dudas lo hecho hasta hoy en Río de Janeiro es un reflejo de lo que es el deporte mexicano en lo general. Desde el encargado del mismo a nivel nacional, así como el problema de las federaciones y sus atletas, hasta los pocos o nulos apoyos que reciben para prepararse de la mejor manera.
Creo que todo se puede resumir en una palabra: atención. Eso es lo que necesitan los deportistas internacionales que tiene México, que no solo se deben de hablar de proyectos hacia con ellos en campañas electorales, sino que se debe trabajar en el entendido que representan a una nación y que deben de contar con los recursos suficientes para llevar a cabo una practica o deben de contar con el equipo especializado de manera oportuna.
El resultado hasta el momento en Río indica que existen otros paísesque apuestan en preparar de la mejor manera a sus deportistas, incluso hasta naciones con una economía más decadente que la mexicana.
Claro está que en cada edición de Juegos Olímpicos las historias de vida y los ejemplos de gallardía sobran, que hay atletas que huyeron de condiciones miserables y que se lograron reponer para posteriormente pelear por una medalla o aquellos que viven en una zona de guerra, pero sin lugar a dudas la historia de Misael Rodríguez, a falta de conocerla por completo, también promete que será conmovedora.
